Rastreo de COVID-19 en Aguas residuales


rastreo de aguas residuales

[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»4.5.8″ _module_preset=»default»][et_pb_row _builder_version=»4.5.8″ _module_preset=»default»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»4.5.8″ _module_preset=»default»][et_pb_text _builder_version=»4.5.8″ _module_preset=»default»]

El mundo se está viendo azotado por la epidemia de COVID-19, un virus de la familia de coronavirus que está manteniendo en jaque a todas las instituciones. 

Uno de los principales retos que nos enfrentamos como sociedad es la detección temprana de los casos y conocer la evolución epideomiológica que está atravesando la población. 

Una de las formas de conocer la situación epidemiológica de una forma sencilla, para todo el conjunto poblacional o residencial es mediante el análisis de aguas residuales. 

 

El control de las aguas residuales por la epidemia de COVID-19

 

El origen del control de las aguas residuales para la detección del COVID-19 tiene el origen en que el virus deja un rastro en nuestro organismo, aunque la persona sea totalmente asintomática, y el mismo se elimina mediante las secreciones humanas en los días de contagio y hasta 20 días posteriores. Durante dichos días el cuerpo elimina el ARN del virus, de suerte que podremos detectar en las aguas residuales la presencia de esos fragmentos de ARN. 

La detección de ARN de COVID-19 es un método de ayuda que puede determinar el nivel de contagio de una comunidad, ya sea una ciudad o bien urbanización, e inclusive avisar a las autoridades sanitarias si el virus vuelve a aparecer.

Las primeras pruebas y estudios científicos para evaluar la presencia de COVID-19 en aguas residuales tuvieron lugar ya por los meses de febrero y marzo (2020), en los Países Bajos por parte del prestigioso Water Research Institute (KWR).

La presencia de ARN de COVID-19 en aguas residuales no supone que el virus tenga capacidad para replicarse en las mismas ni tampoco que tenga capacidad infecciosa. El análisis de las aguas residuales además se lleva a cabo por laboratorios de análisis de agua especializados, como el nuestro, en el que se siguen las medidas de seguridad más exigentes a fin de evitar el contagio y la propagación del virus. 

Sin embargo, no podemos afirmar que el virus por encontrarse en el agua pierda su capacidad infecciosa. De hecho tenemos constancia de que no es así. Razón por la que es conveniente extremar las precauciones en el tratamiento de las aguas residuales con una empresa especializada en el tratamiento de aguas residuales, como nosotros. 

El virus puede permanecer un cierto tiempo en el agua, por ello las autoridades sanitarias han desaconsejado los baños estivales en las aguas tranquilas como pantanos y lagos. Más si tenemos en cuenta que hasta ellas podrían llegar vertidos sin tratamiento, por carecer los núcleos poblacionales de EDAR, la existencia de vertidos incontrolados o inclusive el propio baño de personas infectadas con el virus. No dude en extremar las precauciones al respecto. 

 

rastreo de covid-19 en aguas residuales

 

La detección de COVID-19 en el agua y estrategia de rastreo comunitaria: una apuesta inteligente.

 

El análisis de COVID-19 en aguas residuales sólo con el fin de determinar si existe contagio dentro de una comunidad, como por ejemplo en una ciudad o bien en una zona residencial. De hecho el análisis de agua residual en una zona residencial o en municipios mas pequeños, si bien no es una herramienta que se use a nivel nacional por el escaso valor en términos absolutos para el conjunto, es una herramienta muy valiosa para las autoridades locales o para la comunidad de cara a detectar si existen casos de COVID-19 entre los residentes.  

Inclusive podríamos complementar el análisis de aguas residuales, a fin detectar si existen contagiados con pruebas en pool. Mediante esta estrategia si existen positivos en el municipio o bien en la urbanización se procede a realización de pool testint por calles o por zonas más delimitadas. 

¿En qué consiste el pool testing? La realización de pruebas de PCR de COVID-19 tomando las muestras con hisopos en un conjunto de individuos y introducir las mimas en un líquido que unifica las muestras mostrando si en su conjunto existen rastros de COVID-19. De esta forma se ahorrar muchos costes relacionados con la realización de PCR ya que se realiza un sólo PCR por cada uno de los subconjuntos poblacionales a los que se realiza la prueba. Posteriormente, en el caso de existir un positivo en cada uno de esos subconjuntos realizaríamos test individualizados. 

Es una estrategia similar a la seguida en los viajes de avión para la entrada en muchos países, como por ejemplo, entre otros Chile y Estados Unidos. 

El análisis de aguas residuales no obstante cuenta con alguna limitación importante hoy por hoy, debido a la novedad de la situación, como es que no puede determinar con exactitud el número de personas infectadas ya que se desconoce la cantidad de ARN de COVID-19 que puede generarse por cada infectado.  

Sin embargo, si que podemos tomar algunas referencias por pura comparación de situaciones. Es decir, si conocemos el nivel de infección o número de contagiados que existía en una fecha determinada podríamos inferir si nos encontramos un número de contagiados similar, mucho menor o mucho mayor. Dicha conclusión es una mera inferencia que puede depender de muchas otras variables como la restricción de movimientos por parte de las autoridades gubernamentales. A pesar de las limitaciones de la información, es mejor algo de información; aunque limitada, que nada de información.

 

La seguridad del ciclo del agua frente a la transmisión de COVID-19

 

La presencia de restos de ARN del virus en el agua residual no supone que el agua sea un vector de contagio. De hecho, aún en las aguas residuales, se cree y así lo mantiene la OMS el virus se inactiva debido a que los coronavirus no son muy resistentes a las condiciones ambientales. Sin embargo, dichas aguas deben de ser tratadas.  

En cuanto al ciclo del agua no existe riesgo para el contagio, siempre y cuando el agua esté tratada de forma conveniente. El agua que presenta mayor riesgo para el contagio es el agua de baño, si no se trata de forma correcta, ya que la misma se mantiene durante periodos prologados. Por ello es importante contar con la tecnología precisa que permita la dosificación de cloro de manera constante y uniforme, eliminado así cualquier posibilidad de contagio. 

Ante cualquier duda puedes pedirnos más información, ya sea para el asesoramiento acerca de tu piscina, spa, el análisis de agua o vertidos y en especial para el tratamiento de aguas residuales. ¡Cuidemos de la salud de las personas y del medio ambiente! Nos va la salud en ello. 

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]